DESTINO... O NO
Nunca había hecho nada parecido. Lo necesitaba. Para mí era una experiencia de sanación emocional. Al menos, eso me repetía cada mañana. Según me levantaba y miraba a través de la ventana. Miraba los edificios que se levantaban delante de mí. Me gustaba imaginar lo que sucedía allí dentro, qué estaban haciendo las personas que vivían en aquel lugar. Estaba en Seattle. A más de un millar de kilómetros de mi hogar. Buscando una nueva vida, un nuevo rumbo que seguir para descubrir quién soy. Porque si lo pensaba de esa manera tumbaba de un plomazo los miedos que crecían sobre mí. Llevaba un par de días, en la ciudad, y ya estaba agobiada. Necesitaba encontrar trabajo, antes que se me agotara el dinero. La vida en EE.UU. era cara y yo estaba a dieta. Me preparé un café, leyendo el periódico del día anterior, acostumbrándome al inglés. Después me di una ducha rápida y volví a perderme por las calles de la ciudad. Aquella mañana, me tocaba ir a un local, para hacer una entrevista e