UN DÍA DIFERENTE

Jueves a 11 de marzo de 2004

Como cada mañana, Alexia viajaba en el bus de camino al trabajo. Como cada mañana, leía en su ebook, una de esas novelas rosas que tanto encandilaban a las jovencitas y, por qué no, les hacían soñar con un mundo diferente.

Cada día era la misma rutina: primero un autobús, luego el ramal de metro y después la línea cinco. Una hora de trayecto en la ida, otra hora en la vuelta y cincuenta páginas de lectura en cada trayecto. Nunca sucedía nada fuera de lo normal. Siempre coincidían las mismas personas o, al menos, casi siempre que levantaba la vista de su libro electrónico le parecía ver las mismas caras. Sin embargo, aquel día fue diferente, era jueves, ya casi el final de la semana laboral y, por primera vez, se fijó en aquella cara que le devolvía la mirada y sonreía. Ella bajó la vista, sin dejar de mirarle de reojo.

Aquel simple gesto la hizo recordar… A otra mirada de la cual estaba enamorada y que hacía tiempo que no veía. Un antiguo amor.

“Deja de pensar en él” Se dijo a sí misma e intentó centrarse en aquel muchacho sexy que no dejaba de mirarla.

Si tan sólo hubiera sabido lo que sucedería después… Hubiera hecho las cosas de otra manera. Pero todo pasó muy rápido, casi que apenas se dio cuenta.

El tren llegaba ya a su parada, con lo que ella se levantó y todo se oscureció...