Desamor



"¿Y qué le hago yo si te quiero más que a nada en el mundo?"

Aquélla pregunta le rondaba la mente constantemente. No sabía cuál podría ser la respuesta más adecuada. Pero sí la que le llenaría el corazón Aunque le doliera, por mucho que las lágrimas amenazaran con desbordarse de sus ojos.

La joven se había tenido que escapar de la cafetería, no quería que la vieran llorar, y menos aún que él pudiera intuir algo. Al parecer, nadie se fijó en ella, con lo que pudo salir a la calle y esconderse tras una esquina, donde lloró sin consolación alguna.

"Te quiero, te quiero, te quiero, te quiero"


Una vez que se derrumbó, fue lo único que se le vino a la cabeza. Sentía una parte de su alma aliviada con sólo pensarla. Le hubiera gustado gritarlo a los cuatro vientos, pero no podía. Se dejó caer del banco donde había estado sentada. Su móvil vibró en el bolsillo. Seguramente sería él, pensó. Sin oponer resistencia, lo comprobó: no, era un número oculto. Ignoró la llamada. 

Por un instante hubiera deseado que él  hubiera sido el interlocutor de aquella llamada. Sin dudarlo, le hubiera contestado. Más no podía no hablarle, su corazón se lo impedía. A pesar que le dolía estar separada de él, aunque sabía que no tenían futuro juntos, querría estar a su lado... Para siempre.

"¿Cómo puedo estar lejos de ti sin pensarte?"

Un nudo le atenazaba la garganta y la boca del estómago. No podía respirar con normalidad, era incapaz de coger aire y llenar sus pulmones.

"¿Por qué me pasa esto?"

Su respiración se tornó más agitada, provocando que los dedos se durmieran y apenas los pudiera mover. Sus nervios se acrecentaban más. Sola, en mitad de la calle, a la salida de su trabajo, no sabía qué hacer. No podía respirar. Manteniendo la cabeza gacha, para evitar que la vieran en tal situación. Le daba vergüenza. Sin embargo, sus pensamientos volvieron a amenazarla...

"Estás sola, siempre estará sola, él jamás te querrá, no puede querer a alguien tan insignificante como tú..."

Y, de pronto, todo cuanto había a su alrededor se oscureció. La joven se sumió en un profundo sueño del que no quería despertar.

FIN

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